La lluvia no se ha querido perder la final de la World Cup Hyeres, la ultima regata del circuito de la Copa del Mundo 2012 – 2013, una regata en la que el viento ha hecho de las suyas, y ha complicado mucho la vida de los regetistas.
Escribo este post mientras espero que Ivan Pastor, mi compañero del Club Náutico Santa Pola acabe la Medal Race, para regresar juntos a casa. La furgoneta está cargada, y en mi retina aún están frescas las imágenes de los últimos días en el campo de regatas. No puedo reprimir cierto sentimiento de frustración por el resultado; 34 en la clasificación general. He mejorado con respecto al Trofeo Princesa Sofía Mapfre, pero la falta de medios me condiciona para obtener mejores resultados.
El primer día de regata amaneció soleado y con vientos suaves. Hice un 41 en la primera prueba y un 18 en la segunda, lo que me permitió acabar el puesto 28 .
Vientos flojos de 6 nudos en la segunda jornada, un día complicado, el barco no respondía y perdí posiciones para acabar en el puesto 34.
El viento hizo acto de presencia en la tercera jornada, una brisa fresca de 17 a 20 nudos. El barco seguía sin responder, en estas condiciones opte por mantener la cabeza fría, y no arriesgar para no perder posiciones. Mi objetivo para los dos últimos días continuar en el grupo oro, así pues me trague el orgullo y mantuve el control, de esta forma pude conservar mi posición y no salir del grupo oro.
Hyeres ha sido una experiencia que me ha enseñado a reconocer mis limitaciones y aceptarlas, a ser flexible, a cambiar de estrategia y adaptarme a las circunstancias, pero sobre todo me ha enseñado a mantener la cabeza fría y no dejarme llevar por impulsos para tomar la decisión adecuada en cada momento, a veces la mejor opción es ser prudente y no arriesgar para no perder lo que hemos conseguido.
De ahora en adelante, la realidad se impone y los resultados van a depender en gran medida de la financiación y colaboraciones que pueda conseguir para invertir en material. ¿Quién se anima?.
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